El Gobierno de Portugal quiere que entre 50 y 100 estaciones de servicio de hidrógeno estén en funcionamiento en 2030, según la Estrategia Nacional del Hidrógeno (EN-H2), aprobada en Julio de 2020

Portugal, al asumir el objetivo de la neutralidad del carbono en 2050, se ha comprometido a un ambicioso proceso de transición energética. Este es el entorno natural para el desarrollo de nuevos modelos de negocio y el relanzamiento de la economía, creando nuevas oportunidades para los agentes económicos.

En una rueda de prensa tras el final de esa reunión, João Pedro Matos Fernandes dijo que "la consulta pública demostró que la industria química es el gran cliente del hidrógeno", cuya estrategia prevé una inversión de unos siete mil millones de euros, con el objetivo de que el gas represente el 5% del consumo final de energía en 2030.

Para lograr la neutralidad del carbono, tal y como se prevé en la RNC2050, se estableció la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para Portugal entre el 85% y el 90% para 2050, en comparación con 2005, y la compensación de las emisiones restantes mediante la captura de carbono por el uso del suelo y los bosques. La trayectoria de reducción de emisiones se fijó entre el 45% y el 55% para 2030, y entre el 65% y el 75% para 2040, todo ello en relación con los valores registrados en 2005.

En Portugal hay actualmente

estaciones de servicio con hidrógeno a la venta