El Ministerio de Transición Ecológica y Solidaridad anunció, en el marco de las conclusiones del grupo de trabajo ministerial sobre la utilización del Gas Natural Licuado, que "se establecerá un apoyo financiero para las plantas de GNL que alimentan a los vehículos (autobuses, camiones)". El objetivo es "contribuir a la descarbonización del sector del transporte y desarrollar un nuevo uso local directo del biometano, en particular cuando está alejado de la red de gas". Este mecanismo de apoyo al biometano no inyectado se introducirá como parte de la Ley LOM, que fue aprobada por el Parlamento francés en el primer semestre de 2019.

El sector de los combustibles bio-GNL es una solución madura e inmediatamente movilizable para reducir tanto la huella de carbono como la contaminación atmosférica del transporte transnacional de mercancías por carretera, además de soluciones adaptadas al transporte ligero (movilidad eléctrica) o regional (bio-GNC). Se basa en el impulso del GNL en carretera, que está siendo desplegado por los distribuidores de combustible y las empresas de transporte. El sector de los combustibles biológicos y del GNL aportará múltiples beneficios a la comunidad, en particular a las zonas rurales. Permitirá desarrollar más depósitos de biometano y crear fuertes externalidades positivas para la economía nacional y más concretamente para el sector agrícola en términos de ingresos adicionales y creación de empleo junto con la reducción del uso de fertilizantes y la creación de una producción local de energía reduciendo el consumo externo de energía.

El impulso a la utilizacion del GNL en Francia se está sustentando en la producción de Biometano lo cual reduce las emisiones drásticamente produciendo enormes beneficios medioambientales haciendo que el suministro de GNL en las estaciones de servicio francesas sea una actividad prácticamente sin emisiones netas