Una movilidad rentable y respetuosa con el clima, con una autonomía práctica y tiempos de repostaje cortos, son argumentos sencillos y convincentes, ya sea en el caso de los coches particulares, los coches de empresa, los autobuses en el transporte público y el transporte interurbano o en el sector de la logística con la distribución y el transporte de larga distancia con flotas de camiones. La UE también está presionando mucho el tema del GLP, para que el sector del transporte pesado de mercancías, que consume mucho gasóleo y genera muchas emisiones, sea más respetuoso con el medio ambiente. Una red adecuada y creciente de estaciones de servicio crea las mejores condiciones para los distintos fines y la seguridad del suministro. Los combustibles fabricados con bioGLP reducen las emisiones de CO2 hasta en más de un 90% en comparación con los combustibles líquidos fósiles. Dado que todos los vehículos propulsados por Autogas pueden funcionar fácilmente con la variante biológica químicamente idéntica, se puede conseguir una movilidad casi neutra desde el punto de vista climático y una defosilización del tráfico. De todos modos, el accionamiento y el combustible son inherentemente de bajas emisiones.

El número de estaciones de servicio de GLP en Munich aumentó en los ultimos años, lo que corresponde a un porcentaje de +8,1, también gracias a una directiva de la UE para el desarrollo de una infraestructura para sistemas de propulsión alternativos. Y la tendencia continúa. Pero no sólo se amplió la infraestructura, sino que el número de usuarios y el número de vehículos -a pesar de los efectos negativos de la pandemia- también aumentaron sustancialmente: se sumaron unos 56.400 turismos y vehículos comerciales ligeros, así como más de 4.200 autobuses y casi 7.700 camiones. Las medidas de apoyo, como la exención temporal del peaje para vehículos pesados y los programas de intercambio y bonificación, también ayudan en este sentido y dan un impulso adicional a la movilidad respetuosa con el medio ambiente y el clima. Los favorables precios del combustible, algunos de ellos sin recargo fiscal por CO2, hacen el resto para convencer a los gestores y controladores de flotas. Con esta inmejorable combinación de economía y ecología, el objetivo de una movilidad de bajas emisiones y neutra desde el punto de vista climático ya está bien encaminado.

El autogás está más extendido y se distribuye a través de una red de unas 7.100 estaciones de servicio en Alemania, lo que supone casi la mitad de las de gasolina. Por lo tanto, está garantizado el suministro en todo el país. A pesar de las ventajas fiscales y de que el coste del combustible es aproximadamente la mitad, solo unos 420.000 conductores en Alemania conducen con GLP, con una tendencia a la baja desde 2013, es decir, el 0,9% de los más de 46 millones de coches que hay en Alemania. Las ventas de GLP cayeron un 6,8% el año pasado, según la Asociación Alemana de Gas Licuado de Petróleo (DVFG). "Lo atribuimos al hecho de que la ventaja fiscal para el GLP no se amplió hasta el año pasado, poco antes del final de la legislatura", afirma la DVFG.

A la hora de pasarse al GLP, hay que prestar atención a muchos factores.Hay muchos transformadores de GLP en la zona de Múnich, pero pocos son profesionales. Sin embargo, también debo decir que hemos visto muchos vehículos perfectamente transformados en el extranjero. Pero hay que tener cuidado, porque a menudo los sistemas de gas instalados en el extranjero no pueden ser aceptados en Alemania. Si decide convertir su sistema de GLP en el extranjero, tenga en cuenta que tendrá que homologarlo en Alemania a su cargo. El hecho de que los países estén en la UE no importa en este caso.