En Septiembre de 2007 comenzó la venta de etanol e85 en Hungría. Llegando a tener más de 400 surtidores en todo el país, la evolución no ha sido la esperada sobre todo a raíz de la cancelación de las ayudas fiscales de las que se benefició en un primer momento

Sin embargo esa tendencia descendente cambió en 2018 con la aprobación por parte de la Unión Europea de la obligatoriedad de introducción de carburantes renovables en el mix energetico del transport y la identificación de los diferentes carburantes con el limite máximo de etanol que pudiera llevar

Esto ha servido para que marcas como Avia hayan redoblado la apuesta por este carburante en el que tienen amplia experiencia en otros paises y que el interés público se haya incrementado debido a las limitaciones impuestas por la Unión Europea y sus objetivos de reducción de emisiones de CO2

La objeción ética de que es un desperdicio de alimentos para fabricar combustible cuando la gente en algunas partes del mundo se muere de hambre es válida. La respuesta a esta duda es el llamado bioetanol de segunda generación, que no se fabrica a partir del propio cultivo, sino de los tallos y las hojas de la planta, que de todas formas son residuos. La conversión también podría ser rentable, ya que el E85 en Hungria cuesta 217 florines el litro y la gasolina unos 320 florines. Esta diferencia de 100 forints se observa desde hace mucho tiempo.