De aquí a 2030, el consumo de gas natural en Rumanía debería aumentar en torno al 16%. Dado que el suministro de gas natural depende cada vez más de las importaciones, el Gobierno de Rumanía evalúa la posible contribución de productos sustitutivos como el biometano para satisfacer la futura demanda de gas natural.

En consecuencia, se estudia el enorme potencial que las mezclas de metano pueden aportar al sector del transporte, como puente ideal hacia una movilidad más sostenible, utilizando la infraestructura de distribución de biometano existente en Rumanía.

En Rumanía, el desarrollo de una norma nacional para las estaciones de servicio de GNC está en marcha entre la industria y el Gobierno de Rumanía. El impuesto sobre el GNC es inferior al impuesto equivalente del resto de carburantes alternativos.

La futura combinación de combustibles en el transporte, diferentes opciones pueden servir para diferentes aplicaciones. La próxima década será crucial para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de Rumanía por tanto, el metano puede desempeñar un papel importante, siempre que se materialice la estabilización del precio del GNC en Rumanía.